Pablo López - El Teléfono

Quiero dejar de perdonarme cada día,
Por desnudarme a volantazo cada noche,
Por recordarte más de lo que debería,
Por ser becario en la oficina del derroche.

Voy a dejar 40 velas encendidas,
A ver si alguna me devuelve nuestro incendio,
No quiero más abrazos de tecnología,
Ni tu silencio atragantado de color.

Esa noche juré que no lo haría,
Y acabé con los dedos destrozados,
Soy más simple de lo que me creía,
Esta es la historia de un teléfono apagado.

Cuando escribí aquel mensaje descarado,
Manché de vino casi todas las palabras,
Fui la vergüenza del poeta trasnochado,
Y de los perros que no muerden lo que ladran.

No quiero azul,
No quiero en línea ni ocupado,
No quiero móvil a las 6 de la mañana,
Quiero que escuches a este idiota equivocado,
Y a su derrota de pantalla y cargador.

Esa noche juré que no lo haría,
Y acabé con los dedos destrozados,
Soy más simple de lo que me creía,
Esta es la historia de un telefono apagado.

Y esa noche juré que no lo haría,
Y acabé con las manos y los dedos destrozados,
Soy más pequeño de lo que creía,
Esta es la historia de un teléfono apagado.